Miedo y reflexiones

-¿nunca pensaste lo maravillosa pero a la vez aterradora que puede ser la mente humana?, piénsalo así, ¿Cuántas cosas podes hallar en las profundidades de la mente humana? Oscuros rincones, tal vez alguna que otra bóveda cerrada bajo llave, a veces es mejor dejar descansar a los muertos. Aun así te gana la curiosidad, abres esa puerta tan prohibida como deseada y cuando entras ya es tarde. Un pasado turbio te atrapa, te devuelve al pozo de la depresión más oscura, pero ahí están esos recuerdos, tan bonitos que te devuelven una sonrisa a un rostro tan injustamente afligido.

Te abrumas por lo trágica pero hermosa que puede ser tu mente, te asusta la búsqueda de auto-conocimiento, pero no puedes negar lo excitante que es aventurarse a lo desconocido, ¿Quién pudiera saborear la vida frente a la muerte? ¿Por qué no le coquetearías si tarde o temprano como buena amante ella te tendrá en su lecho que no será otro más qué un frío ataúd?

Continúas con tu búsqueda, bien hecho, ahora persigue tus sueños y fantasías que son el horizonte que persigues en tu interior, serán tus guías para descubrirte en todo tu esplendor, tienes miedo, por supuesto ¿Quién no le temería a lo desconocido? ¿Quién sería tan valiente como para no temerle a lo que la propia mente puede ocultar? Viajas a través del follaje de recuerdos que como una selva es hogar de distintas criaturas que ni la más excelsa imaginación puede concebir, errores pasados y grandiosos aciertos conviven en aquel caótico pero hermoso lugar ¿Dónde más hallarías un lugar similar si no en tu propia persona?

Muchas personas hablan de aceptar el propio cuerpo, no está mal. Pero pocas personas hacen hincapié en la importancia de aceptar la propia mente, cuán curioso resulta que nacemos con ella y pasamos nuestra vida junto a ella, aun así casi no sabemos nada sobre ella, tampoco solemos darnos el tiempo necesario para conocernos. Atractivo se vuelve conocer personas, pero tal vez sea porque aunque lo intentemos sus vidas difícilmente incidirán en la nuestra, pero si decidimos auto conocernos, ahí es cuando todo lo que conocemos puede torcerse y eso asusta. Abruma-dijo el loco.

-señor, suélteme, me está asustando-dijo la enfermera del hospital psiquiátrico.