deseos
Toto cumple
cinco años y, muchas personas subestiman su capacidad de comprensión sobre los
asuntos de los adultos es casi nula, entre ese grupo de personas estaban sus
padres, qué se recriminaban entre ellos el nacimiento de Toto, ya que había
sido “accidental”, ambos estaban en un periodo pre-divorcio.
El cumpleaños
se llevó a cabo sin muchos sobresaltos, o eso creyó todo el mundo hasta que
llegó el momento en que Toto se puso delante de su torta, su rostro se iluminó
no solo por la luz de las velas, sino por algo más preciado, esperanza.
Cuando
estuvo a punto de soplar las velas, algo sorprendente sucedió, se escucho un
profundo <<pufs>>y debo admitir que fue un excelente pedo el que se
largó el primo Caco, quién solo tenía dos años y no entendía porque de pronto
todos lo miraban, en aquel momento todos comenzaron a reír, excepto mi tía
Mirtha, quién por su parte se fue de la sala con la excusa de cambiarle el
pañal sucio al primo Caco, pero Toto vio en sus ojos lagrimas que pujaban por
salir.
Cuando estuvo
a punto de soplar la velas otra vez fue interrumpido, pero esta vez fue su
madre.
-no, antes
pedí un deseo-dijo ella.
-deseo-comenzó
a decir Toto-que por un día mi papá y mi mamá no se peleen-dijo y sopló las
velas de su torta con lágrimas en los ojos.
"nunca subestimen a los niños en ellos está la verdad, tan pura como su inocencia"
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