el ente inexistente

Ese día, Laura, se despertó extrañamente perturbada, había tenido un sueño perturbador del cual ya no recordaba nada. Al despertarse, ella estaba en su cama empapada de sudor, pero no sentía el sudor corriendo por su cuerpo, su corazón seguía latiendo desbocado, pero cuando quiso pisar el suelo para ir a tomar un baño, se dio cuenta con cierto temor qué su pisada era extraña hasta para ella misma, en ese momento Laura sintió qué algo había cambiado.

Se dirigió al baño, al llegar se vio en el espejo y allí sucedió lo extraño, no recordó haberse oído gritar, pero supuso qué había gritado, porqué lo que vio en el espejo la asustó.


No vio nada.

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