siente, no comprendas

-¿me amas?-me preguntó ella, un día que estábamos bajo un árbol en una parque.

-claro-le contesté.

-a veces no lo siento, demuéstramelo-me exigió.

Sin perder la calma repliqué.

-no puedo demostrarte lo que te entrego en cada beso, en cada caricia, solo tú puedes verlo y  
sentirlo.

-no logró hacerlo-contestó ella, escéptica.

-entonces haz una cosa, ponte de pie, cierra tus ojos y da una vuelta, ábrelos y dime que 
sientes.

Ella lo hizo como le dije, pero cuando abrió sus ojos seguía sin sentirlo.

-hazlo de nuevo-le dije.

Lo hizo nuevamente, pero al abrir sus ojos, seguía sin comprender.

-la tercera suele ser la vencida-le dije, dulcemente.

Cuando ella repitió mi instrucción, trabé una de sus piernas con mis pies y la tiré hacía mí, al tiempo que la atajaba y la besaba dulcemente, abrazándola. Al abrir sus ojos, vi en ellos que por fin había comprendido lo que quise decirle desde un principio.


Cuando se ama a alguien, no hace falta que la otra persona te explique, ni mucho menos te demuestre lo que hace por vos y te entrega, solo tú puedes verlo.

Comentarios

Entradas populares