Una extraña discusión
-¿Por qué lo hizo?-preguntó el investigador, sentado en un
banco junto a otro hombre.
-¿de qué está hablando?-preguntó el hombre con la mirada
perdida en el horizonte.
-no juegues conmigo, te acorralé con mi investigación, solo
debo conseguir tu firma en esta confesión y tu sentencia será firme-dijo el
investigador, agitando una mano en el aire como si sostuviera un
papel.
-sigo sin entender de qué va su chiste-dijo el hombre, esta
vez con una sonrisa en el rostro.
-¿te parece un puto chiste? ¿Asesinar a cinco
personas?-preguntó el investigador ya fuera de sus casillas.
-no lo entiende, al menos como lo entiendo yo-dijo aquel
hombre-no las maté, las liberé de una vida sin sentida cargada de dolor.
-y yo te liberaré de la pesada carga de la libertad-dijo el investigador
seguro de sí mismo.
-creo que se le ha hecho tarde-dijo el hombre, levantando un
brazo y haciendo ademán de mirar la hora en un reloj que no estaba ahí-tic toc,
el tiempo pasa pero jamás regresa-sentenció aquel hombre de mirada tranquila.
El inspector, ya cargado de ira, decidió tomar a aquel
estúpido asesino por la solapa de su remera y golpearlo hasta el cansancio.
Pero al intentarlo vio, no sin asombro, que a pesar de sus intentos, no podía
tomar al hombre ni por la solapa de su remera ni por sus brazos.
-veo que aun lo sigue intentando, han pasado los años y aun
lo sigue intentando, si hubiera tenido esta determinación antes, tal vez me
habría atrapado-dijo el hombre.
Luego el inspector retrocedió y tropezó, parpadeó por un
instante y el hombre que antes había estado sentado allí con él, ya no estaba.
Perplejo, el inspector guardó sus manos en sus bolsillos, y
silbando una antigua canción se marchó caminando lentamente, para nunca más
regresar a ese lugar. Por fin él también lo había entendido, al fin él también
era libre.
A lo lejos, en una casilla, estaba el cuidador del
cementerio, observando la escena, mientras fumaba, tranquilo, un cigarrillo.
-A veces hay almas que no entienden que las aprisiona, pero
es bueno ver que al fin lo comprenden y se liberan-dijo el cuidador al aire, a
la casilla vacía, a excepción de él, mientras apagaba el cigarrillo en el
cenicero y salía de la casilla para dar un paseo.
Sabes que es extraño? Que gente heche nesquik despues de la leche.
ResponderEliminarJajajaja
EliminarMe gusto
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