Aquel trágico día

Las lágrimas surcaban su rostro curtido por los años, caían sin cesar impulsadas por la pena de la reciente tragedia que había sacudido su vida. Aún no podía creer lo que había sucedido, jamás espero tener que presenciar la atroz escena que encontró al volver a su casa aquel día.

Estaba en el suelo de su hogar, en flácidos brazos sostenía el cadáver de su difunto perro, su amigo durante los últimos doce años, fue él quien estuvo a su lado a pesar de que no siempre las cosas fueran bien.

Su perro era algo viejo ya y se confundía con facilidad, a tal punto que confundió su entorno y en vez de orinar en el patio de su casa lo hizo en el patio del vecino, el cual le ofreció comida, pero el inocente y confundido animal no supo que la comida tenía un fuerte veneno, lo que lo mató luego de una agonía en la que de su boca no paraba de salir espuma y sangre.

El perro estaba confundido, se podía observar en sus ojos mientras agonizaba y cuando llegó su amigo; el hombre al llegar y verlo sufriendo le puso fin a su agonía y lo sacrificó con lo que tenía a mano, pero aun le faltaba recorrer la sombría senda del dolor y la soledad, pues su única compañía había sido su amado perro.

¿Quién podría herir o matar a un animal? Que crueldad porta el ser humano, con cuanto cinismo sonríe y saluda a los demás escondiendo su maldad detrás de una máscara de buen vecino, pero si cree que esto quedará así, pensaba el hombre aun tendido en el suelo, está equivocado, muy equivocado.

Dejó con cuidado y cariño el cadáver de su perro en el suelo, como si este estuviese dormido y acariciando su pelaje apelmazado por la sangre que se esparcía por el suelo, tomó el cuchillo con el que le puso fin a su agonía y con la determinación de quien está seguro de su cometido, juró, sobre el cadáver de su viejo amigo, que su muerte no quedaría sin venganza.

Antes de ir a darle una última visita a su vecino, dijo hacía sus adentros <<si existe Dios, ha de perdonarme, pero en caso de que lo haga, por mi viejo amigo, con orgullo me iré directo al infierno por vengar su muerte>>.

En memoria a todos los animales asesinados por la maldad y estupidez humana.